miércoles, 15 de febrero de 2012

Entrada número 14 del blog personal de Elena Ballesteros

"LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES"
"Todo el mundo paseaba con un ejemplar del libro debajo del brazo, podías verlo en todos los escaparates de las librerías. En poco tiempo, un “best seller”. Y enseguida, la película ya se estaba rodando. Como todo hijo de vecino fui a verla, me podía la curiosidad. Al salir, valoré tanto el trabajo de Niels Arden Oplev como el de sus actores Michael Nyqvist y Noomi Rapace. Me parece que su versión es redonda y, más allá de las licencias cinematográficas, la disfruté.
Cuando me enteré que David Fincher tenía el encargo de hacer la versión americana, se me pusieron los diente largos.  Adoro a Fincher, disfruto de sus películas como una niña. Así que en el preestreno allí estaba, emocionada aunque más tarde muy decepcionada. Para empezar, no dijo ni una palabra en la presentación. Cosa que me sorprendió y que eché en falta, todos los que allí nos reunimos estábamos deseando escucharle. Bueno, sería la falta de tiempo o el jet lag o quién sabe qué, le perdonamos. Los títulos de créditos con grandes efectos, visualmente muy atractivos.
Pero, no pude salir con la misma sensación del cine que con la versión sueca. Incluso se me hizo pesada. ¿Por qué? Ese retrato de Lisbeth Salander, descafeinado, blando al final. Qué manía tienen estos americanos de dibujar, a la que pueden, a la mujer como un ser tan dependiente emocionalmente de los hombres. Rooney Mara está bien pero, Noomi Rapace brillaba. Aún así la primera es quien está nominada a los “Globos de Oro” y a los “Oscar”.
Me gustaría saber como lo ha vivido David Fincher, creo que es consciente de que su versión no es tan buena como la sueca. Eso un director lo sabe y más él que, pese a todo, es uno de mis iconos cinematográficos. Después de ver su versión, entiendo el despliegue de su artillería pesada con los créditos. Aunque estoy deseando ver su próxima obra maestra."


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